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Rafael Correa : “Mi corazón y mi apoyo estarán siempre destinados hacia los más desfavorecidos”.

 

La visita del expresidente Correa lleno la sala U600 de la Universidad de Ginebra y otras dos salas más de 300 personas. La bienvenida del Rector Yves Fluckiger, del decano de la Facultad de Ciencias de la Sociedad (SDS) Bernard Debarbieux y de la profesora Solène Monvant Roux abrió el evento académico donde se aplaudió la presencia del exmandatario ecuatoriano tildándolo de un excelente y admirable conferencista. El coordinador para América Latina del ICSFT, presente en la conferencia, pudo intercambia unas cuantas palabras con el presidente y nos resume la presentación de la conferencia.

¿Quién es Rafael Correa?

El ex mandatario es un economista y profesor universitario egresado de la universidad de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Posteriormente pudo cursar una maestría en economía en la Universidad Católica de Lovaina y posteriormente estudio en la Universidad de Illinois de los EE.UU. Hoy por hoy cuenta con 15 honoris causa de varias universidades en el mundo razón por la cual ha sido un personaje interesante para politólogos, sociólogos, geógrafos, antropólogos y otros más. Diría el decano Debarbieux en la conferencia, “es un magnifico objeto de investigación”.

Rafael Correa logra articular perfectamente sus conocimientos académicos con las realidades del terreno. Ello lo demuestra en su trabajo como voluntario en una de las comunidades indígenas del Ecuador. En 2001 dirige el centro de investigación de economía y estudios sociales de Guayaquil. Participa a foros codeado de otros economistas que postulaban la necesidad de terminar con la continuidad de la economía tradicional que hoy domina el mundo.

En abril del 2015, el expresidente ecuatoriano Alfredo Palacio lo llama a ser su ministro de economía y finanzas del país suramericano. Se destaca por impulsar políticas económicas que rompieran aquellas postuladas por los organismos internacionales. De allí, comienza a crear la estructura de su propio partido político conocido hoy como “Alianza País” y que le permitió acceder al poder en diciembre del 2006 en torno a la democratización de la vida política, el cambio constitucional, la anulación de deudas odiosas y la toma del control de las políticas económicas por parte del Estado. Con reconocimiento internacional, Ecuador se vuelve más independiente debido a una nueva estructura basada en el socialismo y el buen vivir que da impulso a la “Revolución Ciudadana”. Rafael Correa terminará su mandato después de 3 elecciones consecutivas en 2017.

Es un personaje importante y un líder de talla en lo que él llama la “Patria Grande” (América Latina). Ello al lado de sus amigos y expresidentes Hugo Chávez, Lula da Silva Néstor y Cristina Kirchner, Fidel Castro y de los presidentes actuales Evo Morales, Daniel Ortega, Nicolás Maduro o aun Raúl Castro.

Desarrollo como proyecto Político

Rafael Correa pudo compartir su visión del desarrollo como proceso político. Explico de manera académica, clara y exhaustiva como el problema fundamental de los países del sur no era técnico sino político. Comenzó dando una introducción donde hablo de Alexis de Tocqueville y su opinión sobre lo que él consideraba como verdadera democracia cuando en 1835 visitaba los Estados Unidos de Norte América. Correa resalto que lo que Tocqueville no dijo en su obra es que llego a una tierra donde los indígenas fueron exterminados, los negros reducidos a ser esclavos. Por ende la democracia pertenecía solo a los blancos.

Destaco igualmente que el norteamericano Thomas Jefferson escribió uno de los más hermosos escritos que conoce la humanidad: la declaración de independencia de los Estados Unidos de Norte América. Allí, Jefferson decía que el derecho a la vida, la libertad y la felicidad eran garantizados a todo ser humano. No obstante, la autoridad moral le faltaba le faltaba al personaje pues era propietario de más de 600 esclavos que no trataba como humanos.

A pesar de ello, indico Correa, la populación norteamericana tiene condiciones de vida razonablemente iguales, contrariamente a América Latina quien es dominada por elites reducidas que excluyeron las grandes mayorías para beneficio del “progreso”. En pleno siglo XXI, esas elites son hoy por hoy incapaces de entender que los derechos fundamentales se aplican a todo el mundo.

Correa dio un ejemplo ilustrativo de ello. En las clases medias y altas del Ecuador como en el resto de América Latina es todavía muy común contratar un ama de casa, considerada más bien como “una criada”. Generalmente, esta persona vive con la familia para quien trabaja. Todos los arquitectos prevén cuando construyen una casa, una recamara para la criada. No obstante, esta alcoba se encontrara siempre detrás del local de las basuras o del local de lavandería. Poco importa si es una casa de estrato medio o una casa de alto lujo. Es más pequeña que los vestuarios de los empleados y continuamente no tiene ni ventanas.

Con este ejemplo, Correa quiso demostrar que todo esto no era debido a una falta de recursos, pero más bien un problema cultural como el que tenía Thomas Jefferson hace 240 años. La antigua constitución ecuatoriana postulaba que el salario de las empleadas domésticas equivalía a la mitad del salario mínimo de los otros trabajadores y solo tenía una tarde libre cada dos semanas. Se considera, según estudios, que Corea del Sur es el país donde más horas se trabaja. Se habla de 56 horas por semana. En Ecuador, los empleados domésticos trabajaban fácilmente 72 horas por semana sin poder tampoco salir de la miseria. La explotación estaba entonces institucionalizada manteniendo así la desigualdad tildo el expresidente.

Es importante en este caso hablar que no se trata de las empresas sino de las familias. Es decir que el argumento de tratar a las personas como describió el exmandatario para ser más competitivos no tiene ni pies ni cabeza. Se trata entonces de obtener el bienestar de unos sobre la explotación de otros. Son esos explotadores que hablaban de la importancia de la competencia en una sociedad. ¿Qué suerte entonces para las clases bajas de ser concurrentes en una estructura tal? El problema fundamental no es entonces técnico sino político. Hay que cambiar las relaciones de poder en las sociedades afirmo Correa. América latina es así la clase media mundial, pero es también la más desigual del mundo.

¿Quién dirige la sociedad?

El daño más fuerte que se le hizo a la economía es de haberla separado de su origen que es la economía política. Se hace creer entonces, dice Correa, que todo es un problema técnico sin tener en cuenta las relaciones de poder en el seno de la sociedad. Los individuos se han convertido en fieles servidores del poder dominante. El economista que no analiza las cuestiones de poder, es un perfecto inútil. La justicia social no podrá nacer de la supuesta Mano Invisible de Adam Smith por el simple y llano hecho de que al ser invisible, no cubre a nadie y nadie la conoce.

El francés Fédéric Bastien escribía hace doscientos años, dice el ecuatoriano, que la clase social que termina por dominar la acumulación de capital, acaba por tomarse el poder y crear leyes que le permitan legalizar el robo con el cual pueden mantener su capital.

Qué hizo Correa para enfrentar todo esto?

Cuando Correa fue presidente de la Republica, Ecuador fue el país que más redujo la desigualdad social reduciendo de 8 puntos la concentración de ingresos medido por el coeficiente GINI. Reducción 4 veces superior a la de América Latina. El crecimiento de desarrollo humano para el Ecuador fue de 3% y ello a pesar de 2 años difíciles como el 2015 y 2016. Años que en el gobierno de Correa llamaron “La tempestad perfecta”: la combinación de la explotación petrolera con una fuerte apreciación del dólar, moneda oficial implantada en el país suramericano por políticas neoliberales de gobiernos anteriores bajo control de los Estados Unidos. Ecuador, como una primera vez en América Latina, logro vencer la Tempestad Perfecta sin aumentar la pobreza ni la desigualdad haciendo pagar a los ricos el costo de los reajustes. La pobreza callo del 37% al 22% y la pobreza extrema callo del 16% al 7%.

Lo importante entonces no es el crecimiento afirma Correa, ya que puede haber un crecimiento empobrecedor basado en el desempleo y en recursos naturales no renovables donde el ingreso sale del país. Ecuador tiene así el mejor indicador de políticas económicas y de desarrollo de la región. La tasa de crecimiento no debe ser el factor referente al desarrollo, debería ser más bien la reducción de la pobreza. La tasa de desempleo de Ecuador es una de las más bajas de América Latina. Se registra para 2016 un porcentaje de 5% creando igualmente los salarios más altos de la región andina poniendo fin a la explotación laboral. Se puede citar, dice Correa, el fin del sub contrato que le permitía a las empresas contratar empleados por medio de una empresa tercia evadiendo entones toda responsabilidad patronal.

Se introdujo una categoría nueva de salario que es el “salario digno” que permitía a una familia salir de la pobreza con un ingreso digno. Así, si ninguna empresa le había pagado el salario digno para sobrevivir a todo empleado, no podía declarar beneficios. En las políticas del gobierno de Correa, la mano de obra no es un instrumento de trabajo más. Es el fin mismo de la producción. El trabajador primo sobre el capital pero contrariamente al socialismo que pedía la abolición de la propiedad privada, se usaron instrumentos modernos para mitigar las tensiones entre el capital y el trabajo. Se logró comprar la deuda externa al valor del mercado, es decir casi a un tercio de su valor nominal. Así, el presupuesto de Estado para pagar la deuda externa paso de 24% a 5%. Las recetas fiscales triplicaron resultado de eficacia y trasparencia de los impuestos.

Varios puntos fueron citados por el expresidente Rafael Correa. Cito entre otras la hazaña de la educación en el transcurso de su mandato. Hazaña que le dio la oportunidad al país de tener una educación gratuita y de la más alta calidad. El pueblo se volvió entonces más consciente. Ello se nota en las más de 20’000 becas de estudio entregadas en su gobierno. Para ello Correa movilizo la explotación de los recursos naturales redistribuyéndolas a buen mercado. La ciudad de Yachay fue entonces construida en plena selva amazónica como nueva ciudad del conocimiento. El conferencista termina diciendo entonces que se necesitan más paraísos de conocimiento y menos paraísos fiscales.

Fueron muchos más los puntos que cito el expresidente Correa, como el tema de la educación y la ciudad de Yachay considerada como la “Silicón Valley” de Suramérica. Concluyo su catedra diciendo que la única democracia que aceptara el pueblo latinoamericano es la que postula el vicepresidente de la Republica Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera: “la democracia plebeya, la de la calle, la de la participación y la movilización”. Hoy está en peligro y hay que luchar para defenderla.